
La pluma-estilográfica Marcel Proust supuso el octavo lanzamiento de la marca alemana Montblanc en el año 1999, dentro de sus series limitadas dedicadas a los más insignes escritores.
Le habían precedido desde el año 1992 las estilográficas dedicadas por orden cronológico a Hemingway (1992), Agatha Christie (1993) , la Imperial Dragon (1993), Oscar Wilde (1994), Voltaire (1995), Alexander Dumas (1996), Dostoevsky (1997) y Edgar Allan Poe (1998).
La pluma Marcel Proust supone un cambio radical en relación a su precedente «Edgard Allan Poe», tanto en su aspecto como en los materiales utilizados.
Es una vuelta a la clasicidad y a los grabados sobre cuerpo de plata, que tan buen sabor de boca dejaron en los coleccionistas tras la reputada «Lorenzo de’ Medici» (1992) MdA; la serie constaba de 21.000 plumas estilográficas. También salieron a la venta esferógrafos y portaminas.
Su cuerpo, realizado en plata 925, se caracteriza por la forma octogonal finamente grabada, en la que se distingue la firma del celebrado autor francés «Marcel Proust» entre motivos florales.
Valentin Louis Georges Eugène Marcel Proust, conocido como Marcel Proust (París, 10 de julio de 1871 – 18 de noviembre de 1922), fue un escritor francés, autor de la serie de siete novelas «En busca del tiempo perdido», una de las obras más destacadas e influyentes de la literatura del siglo XX.
Como ya viene siendo costumbre en la serie de escritores, resulta imprescindible mencionar su plumín de notable tamaño realizado en oro de 18 quilates rodiado en el que figura un perfecto reloj de arena marcando el tiempo, en referencia a la obra más conocida de Marcel Proust, «En busca del tiempo perdido».
El sistema de carga es el ya conocido de émbolo, y la estilográfica, como ya viene siendo común en estas series se presenta en una caja en forma de libro a la que acompañan un pequeño manual, las garantías y la explicación del funcionamiento e historia de la pluma.
En este caso hemos querido lanzar una cuestión que afecta a todas las plumas de plata y que hemos inmortalizado en estas imágenes para la reflexión: ¿Cómo lucen mejor estas plumas, limpiando la plata o dejándola con el efecto «sucio» que le da el paso del tiempo?…